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Invertir en el futuro

Esta atleta de triatlón resalta cómo una práctica deportiva puede proteger a los niños y los adolescentes para no implicarse con las drogas, y ayudar a garantizar un futuro promisorio para esta nueva generación. Todavía era adolescente cuando comenzó su trayectoria en el triatlón (modalidad deportiva que combina natación, ciclismo y carrera pedestre). En la actualidad, […]


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Captura de Tela 2016-08-09 às 20.57.05Esta atleta de triatlón resalta cómo una práctica deportiva puede proteger a los niños y los adolescentes para no implicarse con las drogas, y ayudar a garantizar un futuro promisorio para esta nueva generación.

Todavía era adolescente cuando comenzó su trayectoria en el triatlón (modalidad deportiva que combina natación, ciclismo y carrera pedestre). En la actualidad, 21 años después, con una sólida carrera y varias medallas en su currículum –entre estas, las de tres campeonatos brasileros y seis del estado de Rio de Janeiro–, Monike Azevedo se convirtió en un referente para la nueva generación de atletas del país.

Hace nueve años, la triatleta decidió dar un paso más: crear un instituto en el que se pudiese compartir con las criaturas y los adolescentes todo aquello que había aprendido y que aún hoy ontinúa aprendiendo. Fue a partir de aquí que nació el proyecto “Monike Azevedo – Deporte y Valores Olímpicos”, que además del desarrollo deportivo, intenta proteger a la infancia y la adolescencia, por medio de iniciativas sociales, recreativas y educacionales.

Hasta hoy, aproximadamente mil participantes de varias clases sociales y económicas pasaron por el proyecto, que cuenta con la Marina del Brasil como institución colaboradora, que cede sus instalaciones de la Base Aérea Naval de São Pedro da Aldeia para realizar los entrenamientos del triatlón. Este año, en que Rio de Janeiro será sede de los Juegos Olímpicos, Monike destaca de qué manera el deporte puede ser una herramienta para alejar a ese público del contacto con las drogas y el alcohol.

¿Cuáles son algunas de las lecciones que has aprendido a lo largo de este camino al frente del proyecto?

Todos los días son un nuevo aprendizaje; pero creo que los niños que atiendo en mi institución tienen una esperanza mucho más grande de un mundo mejor. También me enseñan a mantenerme cada día siendo una persona humilde, sin que me pueda sentir una estrella. Además de eso, aprendí a compartir y a servir más. Veo que ellos se ofrecen todo el tiempo para ayudarme en algo, por lo que llevo conmigo muchas enseñanzas de los niños. Y les transmito, a todos, todos los valores que el deporte olímpico proporciona.

¿De qué manera contribuye el deporte para que quienes lo practiquen definan sus objetivos de vida y se aparten del alcohol y de las drogas?

Creo que, dado que ellos tienen una referencia bien cercana en el diario vivir, esto los ayuda bastante. Pero aquí, en el proyecto, tenemos momentos en los cuales ellos dan opiniones sobre algunos asuntos; y siempre buscamos mostrar que las drogas y el alcohol no llevan a nadie a ningún lugar.

¿Cómo es que estas sustancias pueden comprometer la vida de los atletas?

Desestabilizan totalmente todo aquello que forma el basamento o sustento del atleta, como la familia, los amigos. Así también, afecta la credibilidad de los patrocinadores.

¿Cómo ayuda a desarrollar el deporte los valores, la disciplina y a moldear el carácter?

La práctica deportiva exige dedicación diaria, y el atleta debe dar todo de sí mismo, esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Es por esto que muchas personas acostumbran decir que el deporte es una gran metáfora de la vida, y que la práctica va más allá de lo que sucede en los campos deportivos.

La vivencia deportiva es una gran oportunidad para la educación. Las habilidades necesarias para los deportistas, tales como razonar, ejercitar la memoria y comprender situaciones, lenguajes y estrategias, también ayudan en el aprendizaje en el aula; sin embargo, los beneficios son también sociales y emocionales. El deporte, bien conducido, puede ser un instrumento de formación de la personalidad y del carácter de los pequeños. Y, lo que es mejor, de manera placentera.

En el vóley, por ejemplo, aprendemos la importancia del trabajo en equipo, el control emocional, la disciplina, y la perseverancia; habilidades importantes no solamente para el éxito escolar, sino para la vida, y que son cada vez más valoradas en el mercado laboral.

¿Qué faltaría, a fin de que el Brasil invierta más en otros deportes, además del futbol, de modo que este sea un camino para alejar a la juventud de estos riesgos?

Muchos atletas y sus admiradores creen que todas las empresas, e incluso el Gobierno, tienen la obligación de financiar sus objetivos, y esto no es verdad. Lo que sí debemos hacer, es reclamar al Gobierno, por medio de las secretarías y del Ministerio de Deportes, un efectivo plan de desarrollo del deporte, cosa que no existe en nuestro país. Debemos tratar, también, de conseguir el apoyo de la iniciativa privada. Sin embargo, para esto, antes debemos elaborar un proyecto, presentarlo, aclarar los pro y los contra, los costos, posibles competidores, etc.

Las empresas ven al deporte como un negocio, y no como inversión en el futuro de las criaturas y de los jóvenes. Una empresa únicamente apoya cuando esta inversión va a darle algún beneficio; al final, el beneficio siempre es financiero. Los atletas son personas muy conocidas, el público se interesa por ellos, y esto genera dinero, que es lo que moviliza nuestro modelo económico del deporte.

Lo que está faltando es la oportunidad de mostrar de qué manera el deporte transforma la vida de un niño, que crea esperanza y genera variadas oportunidades para su vida.

¿Cómo construir un futuro alejado de las drogas?

Criando un niño con libertad de expresión. A diferencia de lo que los adultos piensan, las criaturas sí saben lo que quieren, entienden lo que está sucediendo con el Brasil y tienen su propia opinión al respecto. Creo que debemos mostrarles cómo es la realidad de un ser humano en el mundo de las drogas, cómo viven con sus familias. Y necesitan tener la oportunidad de ver que existe un camino saludable para seguir. Resulta necesario tener una oportunidad de ver que existe un camino saludable para ser transitado.

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