Este año (2014) UNICEF publicó un informe con el objetivo de dar mayor visibilidad a la violencia contra los niños en sus diversas formas. El título del informe es “Ocultos a plena luz: un análisis estadístico de la violencia contra los niños”. Los datos a continuación son un resumen de lo que está presentado en este documento.

La protección de los niños contra todas las formas de violencia es un derecho fundamental garantizado por la Convención sobre los Derechos del Niño y otros tratados y normas internacionales de derechos humanos. No obstante, independientemente de las circunstancias económicas, sociales, culturales, religiosas o étnicas de los niños, la violencia todavía es una parte muy real de la vida de millares de niños alrededor del mundo.

Consecuencias

Es común que los niños que fueron víctimas de abuso o negligencia grave tengan problemas en su desarrollo. Ellos pueden desarrollar dificultades de aprendizaje y tener bajo rendimiento escolar. También pueden sufrir de baja autoestima y de depresión, lo que puede llevarlos a adoptar comportamientos de alto riesgo y comportamientos autodestructivos.

Los niños que son testigos de episodios violentos pueden tener consecuencias semejantes. Estos comportamientos pueden ser internalizados por estos niños como una forma de resolver conflictos, y pueden ser repetidos en la vida adulta contra sus cónyuges e hijos.

La violencia contra el niño también genera costos económicos y sociales graves.

Datos de violencia

• Solamente en 2012, el número de niños y adolescentes menores de 20 años que fueron víctimas de homicidio llegó a 95.000. La región de América Latina y el Caribe tiene la proporción más alta de víctimas de homicidio menores de 25 años del mundo (25.000).
• En promedio, 6 de cada 10 niños, de 2 a 14 años de edad, del mundo, sufren castigos físicos regularmente de manos de sus cuidadores. En la mayoría de los casos, los niños son sometidos a una combinación de castigo físico y agresión sicológica.
• Apenas 3 de cada 10 adultos, del mundo, creen que es preciso aplicar castigo físico para proveer una educación adecuada. Y, en la mayoría de los países, esta creencia predomina entre adultos con un menor nivel de escolaridad.
• Casi dos de cada tres estudiantes de 13 a 15 años de edad es el blanco de por lo menos un episodio de acoso o intimidación.
• Cerca de 120 millones de niñas en todo el mundo (poco más de una cada 10) fueron víctimas de relaciones sexuales forzadas y otra agresión sexual en algún momento de sus vidas. En la mayoría de los casos, los autores de violencia sexual contra niñas son cónyuges, novios o parejas presentes o pasados.
• De acuerdo con datos de cuatro países, los niños también son víctimas de violencia sexual, aunque en mucho menor grado que las niñas. Y esto no ocurre solo en países pobres. En Suiza, por ejemplo, una investigación nacional de niños de 15 a 17 años realizada en 2009 reveló que 22% de los niños y 8% de las niñas, presentaron por lo menos una vez en la vida, un incidente de violencia sexual involucrando contacto físico. En este país, la forma más común de violencia sexual, tanto para niñas y niños, es a través de Internet.

Los datos presentados en este informe confirman que casi la mitad de todos los adolescentes con edades entre 15 y 19 años que afirmaron haber sufrido violencia física o sexual también dijeron que nunca lo habían contado a nadie. En algunos países, el porcentaje de víctimas que guardan silencio es mayor que 50%.

De acuerdo con el informe, casi la mitad de las niñas con edades entre 15 y 19 años en todo el mundo (cerca de 126 millones) creen que, en algunas ocasiones, es justo que los maridos agredan físicamente a sus parejas.

Solamente 39 países del mundo ofrecen protección jurídica a sus menores contra todo castigo corporal, incluyendo los que ocurren en el hogar.

Datos como los presentados en este informe llaman nuestra atención a la necesidad de luchar todos los días a favor de los derechos de aquellos que no saben dónde pedir ayuda. ¡A favor de aquellos cuyo silencio esconde el dolor! ¡Rompa el silencio!