“Adolescente se suicida después de ver video íntimo publicado en Internet”, “Adolescente se suicida después de la divulgación de fotos íntimas en Internet”. Puedes buscar por cualquiera de estas frases y encontrarás diversas noticias acerca de adolescentes de diferentes edades y países que se suicidaron después de ver su imagen expuesta de manera inadecuada en Internet.

Vivimos en una cultura que predica la libertad del sexo, que les enseña a los jóvenes que pueden tener experiencias sexuales con quién deseen, y que incentiva que se produzcan y publiquen videos y fotos sin mucho criterio (basta ver cuántas cosas innecesarias se comparten en la web actualmente). Este parece ser un tiempo en que las personas primero actúan y después piensan. ¡Cuán peligroso es esto!

En este contexto, mucha gente común llegó a ser protagonista de contenidos pornográficos que en algún momento son divulgados en Internet y que convierten sus vidas en una verdadera pesadilla. Si el miedo es una especie de protección que tenemos para evitar situaciones como esas, la vergüenza es una herida difícil de curar. Es en respuesta a ese sentimiento terrible que muchos optan por quitarse la vida.

“Yo nunca correría un riesgo de esos”, puedes pensar tú. Pero no cuentes con esa suerte. El año pasado, una joven conocida mía me pidió ayuda en Facebook para denunciar una página que habían hecho usando sus fotos. El perfil falso la presentaba como una ramera, y las imágenes utilizadas eran las que estaban disponibles en su propio Facebook. Afortunadamente ella encontró esa página y pudo denunciarla antes de que se presentara una situación  incómoda.

Las medidas de seguridad son bienvenidas para evitar situaciones como estas. Como medida de seguridad, nunca te expongas de manera íntima ante una cámara, aunque sea para alguien en quien confías mucho. Evita publicar fotos que expongan tu cuerpo en Internet (las fotos en trajes de baño pueden ser fácilmente manipuladas para propósitos infelices). Evita que personas desconocidas tengan acceso a tus redes sociales (nunca sabes quién en realidad está del otro lado del computador). En caso de alguna situación incómoda contigo en Internet, conversa inmediatamente con tus padres o con un adulto de confianza que pueda ayudarte a solucionar el problema.