Basta de Silencio

Blog

HOMBRES, ELLOS TAMBIÉN SUFREN

En la adultez las secuelas se van agravando...


  • Compartir:

En nuestro día a día, escuchamos sobre casos de abuso sexual en niños y niñas, y las estadísticas son cada vez más escalofriantes, hasta el año 2016 la OMS publicó que una de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres habían sufrido abusos sexuales en la infancia. Este dato no deja de sorprendernos, y aún más cuando el agresor es parte de la familia nuclear (padre/madre, un padrastro, hermano u otro pariente) o alguna figura de seguridad (un amigo, un vecino, la persona que lo cuida, un maestro) para el niño o niña.

Es clave conocer que todo abuso sexual hacia el niño ocasiona un sin fin de sentimientos, pensamientos y comportamientos angustiantes difíciles de superar y más de una vez, los niños se encuentran solos para enfrentar esta terrible situación.

Existen diversos artículos relacionados al abuso sexual infantil, sin embargo en esta oportunidad nos centraremos en el abuso sexual hacia el género masculino (los niños), por ser una población vulnerable y poco abordada.

Hablaremos netamente de lo que pasa con los varones que han sufrido algún tipo de abuso sexual en su infancia y cómo esto puede ser tratado y abordado desde la familia, para prevenir más daños psicológicos.

Cuando en el consultorio recibimos a un varón que ha sufrido abuso sexual en su infancia rápidamente entendemos que las repercusiones van acrecentando a lo largo de su vida, muchos varones logran tener éxito en las diferentes áreas de la vida, tanto en lo personal, social, familiar y espiritual; sin embargo la sombra del pasado los sigue atormentando, de repente se dan cuenta que hay algo que no les permite seguir adelante, los conflictos de pensamientos, la sensación de protección, cuando buscó ayuda en sus padres, profesores o algún adulto de confianza, o el sentimiento de vergüenza y miedo que lo llevó a callar y dejarlo todo como un “simple” recuerdo del pasado.

En el caso de niños el abuso se ve reflejado muchas veces mediante:
• El fracaso escolar
• Dificultades para socializar con sus pares.
• Miedos nocturnos, sin motivo aparente.
• Retraimiento
• Cambios conductuales abruptos y que no son parte de la adolescencia
• Dependencia hacia alguna persona de confianza.

En la adultez las secuelas se van agravando y se pueden observar:

• Sentimiento de culpabilidad: De hecho esta es una de las consecuencias más comunes que se experimentan, independientemente de la gravedad del suceso o del tiempo que haya permanecido el abuso. A pesar de saber (en algunos casos) que no son culpables, a nivel emocional llegan a sentirse culpables y considerarse malos por cuanto les ha sucedido.

• Baja autoestima y rechazo hacia su propio cuerpo: Se produce un odio hacia el propio cuerpo que creen que ha provocado esa situación. Esto lleva muchas veces a problemas más graves como los trastornos de alimentación, el uso del alcohol o drogas, o incluso las autolesiones más directas como un castigo o una negación del propio cuerpo que es donde han sentido el daño.

• Problemas sexuales: No por tener problemas sexuales quiere decir que hayan sufrido algún tipo de abuso, pero sí que las personas que han sufrido abusos suelen tener algún problema de tipo sexual como: anorgasmia, promiscuidad, masturbación excesiva, miedo a las relaciones sexuales en el matrimonio, ausencia de deseo sexual.

• Ansiedad: En caso de abuso la persona puede pasar de estar totalmente bien y normal a experimentar una sensación de miedo muy fuerte y no saber el motivo, suele ser muchas veces con olores, miradas, gestos, colores, lugares, parecidos... que están asociados al suceso traumático del abuso y del que no siempre se es consciente de tenerlo asociado.

• Aislamiento o falta de confianza en los demás: Existe una sensación de desconfianza o miedo de que otras personas puedan hacerles daño de algún modo. Pueden ser extrovertidos incluso, pero siempre hay algo que permanece distante y oculto y quienes les conocen saben que hay algo en lo que no les dejan entrar.

• Problemas de pareja: No hay una estabilidad en la pareja, posturas sumisas y nada defensivas de sus derechos, exigentes, demandando de esas parejas una protección que no han tenido antes, lo cual puede dificultar las relaciones de pareja.

• Inestabilidad emocional: Reacciones de ira originadas por episodios de depresivos, y no siempre son capaces de salir de ese estado por sí mismos, reacciones de miedo inexplicables, dificultad para identificar siquiera sus emociones y poder hablar de ella.

• Flasback: Las imágenes del pasado les asaltan de forma involuntaria o en forma de sueños, por lo que es como si lo estuvieran reviviendo una y otra vez, a veces por la noche incluso tienen que dormir con la luz y la intensidad con la que vuelven estos episodios.

• Disociación: Suele ser una acto de defensa, en el cual la persona digamos que se divide, permitiendo que el cuerpo permanezca pero impidiendo sentir tanto el dolor del suceso logrando cierta evasión de lo sucedido, se hace de forma inconsciente y que puede resultar útil para escapar de esas situaciones, impidiendo una coordinación de toda la persona y actuando muchas veces de forma incongruente. De ese modo una persona por ejemplo es capaz de llevar una vida de responsabilidad absoluta en el trabajo, pero es incapaz de tener la casa mínimamente ordenada.

Ante todo lo vivido, debemos considerar que no todas las personas reaccionan de la misma manera frente a una experiencia de abuso sexual y que dependerá mucho del factor social, educativo, familiar y espiritual.

Por ello en Costa Rica se ha iniciado una red de ayuda para los hombres sobrevivientes de abuso sexual (www.sobrevivientes.org), esta fundación pretende ayudar a las personas que de alguna manera sobrevivieron a este episodio ya sea durante su infancia o durante su vida adulta, brindando las herramientas necesarias para que puedan completar exitosamente su proceso de recuperación, por medio de grupos terapéuticos, grupo de fraternidad, charlas, etc. Actualmente cuenta con un equipo de profesionales liderado por Néstor Mesén Fallas quien publicó su historia (en la web), con el objetivo de motivar aquellas víctimas de abuso a denunciar y a no callar la violencia.

Así como esta y otras redes de apoyo, debemos seguir haciendo frente al abuso sexual sin importar su género desde nuestros hogares, trabajo, amigos, amigas o alguna persona cercana estando informados, manteniendo una comunicación activa, sobre todo con los más vulnerables como lo son los niños y niñas. Buscar espacios para fortalecer el vínculo afectivo, sus relaciones interpersonales solo así lograremos estar alertas ante cualquier situación extraña.

Datos extras:
Fundación “Hombres sobrevivientes de abuso sexual��
Sr. Nestor Mesén Fallas : Director, fundador con estudios en Inglés y Francés de la Universidad de Costa Rica quien publicó su historia, con el objetivo de motivar aquellas víctimas de abuso a denunciar y a no callar la violencia.
Lic. Iby Alfaro Navarrete: Directora y Psic��loga. Universidad Autónoma de Centroamérica
Mg. Glaeson Moss Joseph: Director, Terapeuta Familiar. Universidad Peruana Unión, Perú y Orientador. Universidad Central. Costa Rica
Sr. Antonio Perera Mina: Director, Informática Educativa. Universidad Nacional de Costa Rica.
Contacto: sorvivorscr@outlook.com
FB: Hombres sobrevivientes de abuso sexual
Web: www.sobrevivientes.org

Escrito por:
Mg. Ruth Evelyn Quiroz Soto: Psicóloga, Terapeuta Familiar y Docente de la Universidad Peruana Unión - Perú
Mg. Glaeson Moss Joseph: Orientador, Terapeuta Familiar y Director de la Fundación “Hombres sobrevivientes de abuso sexual” - Costa Rica

  • Compartir:
Artículo anterior
Artículo siguiente