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Embarazo en la adolescencia

Hace algunas semanas, publicamos un texto acerca de la relación entre el consumo de la pornografía y las prácticas sexuales inseguras. En realidad, no solo la pornografía, sino la banalización del sexo como un todo, a través de diferentes medios de comunicación, también está relacionada directamente a casos de embarazo en la adolescencia, o incluso a casos de embarazo […]


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Hace algunas semanas, publicamos un texto acerca de la relación entre el consumo de la pornografía y las prácticas sexuales inseguras. En realidad, no solo la pornografía, sino la banalización del sexo como un todo, a través de diferentes medios de comunicación, también está relacionada directamente a casos de embarazo en la adolescencia, o incluso a casos de embarazo de mujeres adultas fuera de su relación conyugal y sin planificación. También algunos casos de abuso sexual derivan en embarazos no deseados. Por esta razón, la idea romántica de la maternidad, para muchas jóvenes y mujeres se transforma en una pesadilla real.

En Sudamérica el número de casos de embarazo en la adolescencia es preocupante. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presenta los siguientes números en relación al índice de fecundación de adolescentes:

Imagen: Revista Rompiendo el Silencio, 2015

Imagen: Revista Rompiendo el Silencio, 2015

Según un artículo publicado por la Dra. Marta Edna Holanda Diógenes Yazlle, en su momento Profesora, Doctora del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de Riberão Preto USP, el embarazo en la adolescencia “ha venido a ser, en algunos países, un problema de salud pública cuando acarrea complicaciones obstétricas, con repercusiones para la madre o el recién nacido, así como problemas sicosociales y económicos”.

Algunos de los problemas que más se repiten durante la evolución de la gestación en las adolescentes, señalados por la autora, son: “anemia materna, hipertensión específica de embarazo, desproporción céfalo-pélvica, infección urinaria, parto prematuro, placenta previa, peso bajo al nacer, sufrimiento fetal agudo durante el parto, complicaciones en el parto (lesiones en el canal de parto y hemorragias) y puerperio (endometritis, dehiscencia de incisiones, dificultad para amamantar, entro otros)”.

Esto no significa que las adolescentes no puedan tener un embarazo saludable, tanto para ellas como para el feto. Sin embargo, para que esto suceda, muchas veces se necesita una asistencia que no suele ocurrir debido a varios factores, incluso el reconocimiento y la aceptación del embarazo.

Además de los riesgos y problemas de salud física, también existen prejuicios que afectan la calidad de vida de estas adolescentes. Si el embarazo cambia la vida de una mujer adulta, ¡imagine cuánto puede cambiar la vida de una adolescente! Gran parte de estas jóvenes que se transforman en madres, no terminan la Enseñanza Secundaria. También aparecen conflictos y malestares en su medio social y muchas sufren el sentimiento de abandono, culpa, angustia o remordimiento.

Es importante pensar que este problema no se evita tan solo al presentar temas sobre educación sexual para jóvenes. Existen algunos factores predisponentes de embarazo en la adolescencia, detallados en el artículo de la Dra. Marta:

  • Baja autoestima
  • Dificultad escolar
  • Abuso de alcohol y drogas
  • Comunicación familiar escasa
  • Conflictos familiares
  • Padre ausente o rechazador
  • Violencia física, sicológica y sexual
  • Rechazo familiar por la actividad sexual y embarazo fuera del matrimonio
  • Separación de los padres
  • Amigas embarazadas en la adolescencia
  • Madres que quedaron embarazadas en su adolescencia

Si deseamos cambiar esta realidad, debemos trabajar más a favor de mejores relaciones familiares, el fin de la violencia y la promoción de la salud mental. #RompaelSilencio

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