La habilitación y control del funcionamiento de los jardines maternales en la provincia de Buenos Aires quedó en la mira, a partir del caso de la guardería Tribilín de San Isidro, denunciada por maltrato infantil, luego de que se conociera una grabación con amenazas e insultos hacia pequeños de 45 días a 3 años de edad. Mientras la Dirección Provincial de Educación en Gestión Privada le notificó al establecimiento que no está en condiciones de funcionar desde hace 17 años, el municipio respondió que si el lugar estuvo funcionando hasta el viernes, fue porque la provincia no lo controló. Ayer a la mañana una inspectora de la DIGEPREPE dijo que el jardín tiene una “disposición de cierre desde 1996”, que determina que el jardín “no puede ni funcionar ni matricular”. Asimismo, la directora general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Nora De Lucía y el secretario de Niñez, Pablo Navarro, se presentaron ante la fiscalía de turno para que se investiguen los hechos ocurridos en el establecimiento. Además, la titular de la cartera educativa, instruyó a la Dirección Provincial de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social a prestar asistencia profesional a los niños que concurrían a ese lugar.
Al mediodía, desde el municipio de San Isidro reconocieron que el sitio posee un certificado de locación desde 1998. “Se le dio cuando los municipios tenían la facultad de habilitarlos. Luego la competencia pasó a la provincia y los jardines que tenían el certificado, lo conservaron automáticamente”, explicó el subsecretario de Gobierno Ricardo Rivas. “El municipio sólo determinó que el edificio era apto y es competencia de la provincia que estuviera abierto y que no se hayan establecidos los controles correspondientes”, agregó. Por su parte la presidenta del Consejo Escolar del distrito explicó que ese organismo sólo se ocupa de la de los jardines de gestión estatal, no privada. “Si este horror hubiera ocurrido en alguno de ellos, caerían todos los involucrados, desde los propietarios a los empleados” afirmó Norma Balmaceda.
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