Cortemos el mal por la raíz
Lara tiene un problema con las balanzas: sufre de obesidad. Ella conserva sus malos hábitos alimentarios desde la infancia y posee una rutina bastante sedentaria. A fin de resolver su problema, Lara ya inició diversas dietas, pero nunca consiguió establecer buenos hábitos. Por fin, después de tantas tentativas frustradas, Lara tomó una decisión: nunca más subiría a una balanza. […]
Lara tiene un problema con las balanzas: sufre de obesidad. Ella conserva sus malos hábitos alimentarios desde la infancia y posee una rutina bastante sedentaria. A fin de resolver su problema, Lara ya inició diversas dietas, pero nunca consiguió establecer buenos hábitos. Por fin, después de tantas tentativas frustradas, Lara tomó una decisión: nunca más subiría a una balanza.
Lara es un personaje ficticio, y narramos el caso de Lara brevemente aquí para invitarlo a usted a una reflexión.
Cuando hablamos de combatir la violencia, necesitamos acciones que sean realmente eficaces, que solucionen el problema y no solo que reduzcan nuestro contacto con él. Aumentar el control policial de las ciudades es importante, tener disponibles centrales de atención para posibilitar las denuncias también es importante, pero actuar en las bases, en las causas, es esencial.
Este año, la campaña Rompiendo el Silencio tiene como tema principal el consumo de alcohol y otras drogas como una puerta de entrada a la violencia.
Alcohol: ¿Por qué debemos hablar sobre él?
El alcohol es una droga consumida ampliamente en nuestra sociedad. Los anuncios comerciales de bebidas alcohólicas generalmente asocian el consumo de la bebida con momentos de alegría. Pero no solo de alegría está hecha la vida de quien bebe y de los que viven a su alrededor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 320 mil jóvenes mueren anualmente en todo el mundo por causa del alcohol. La OMS también identificó que hay cerca de 60 tipos de enfermedades relacionadas a la ingestión de bebidas alcohólicas. De acuerdo con el II LENAD (II Levantamiento Nacional de Alcohol y Drogas), el alcohol es la droga que más genera violencia familiar y urbana, y que contribuye con cerca del 10% para toda la carga de enfermedades en Brasil.
Por eso, al hablar sobre la lucha a la violencia, también necesitamos hablar sobre el consumo de alcohol. Debemos cortar el mal por la raíz. Tenemos que cerrar cada una de las puertas de entrada de la violencia.
Fuentes:
II Levantamento Nacional de Álcool e Drogas (LENAD) – 2012. Ronaldo Laranjeira (Supervisão) [et al.], São Paulo: Instituto Nacional de Ciência e Tecnologia para Políticas Públicas de Álcool e Outras Drogas (INPAD), UNIFESP. 2014
Noticias – R7: El alcohol provoca casi el 10% de las muertes de jóvenes en lo mundo.