Las señales en el cuerpo, en la mente y en el comportamiento son las únicas formas de denuncia que no pueden callarse.
Así como los síntomas son un indicio de la presencia de una enfermedad, existem señales que indican la presencia de violencia o malos tratos en la vida de un niño o adolescente. Si estuviéramos atentos a estas señales podríamos ayudar mejor a quienes sufren de algún tipo de violencia. De manera especial, quien trabaja con niños y adolescentes (como profesores, por ejemplo), tienen más oportunidad de observar, identificar e intervenir en esos casos en pro de la integridad y de los derechos de quien no sabe o no puede defenderse.
Para identificar las señales de violencia usted necesita estar atento a los cambios de ordem comportamental, cognitivo (desempeño mental) y emocional, además claro está, de lãs marcas físicas (como lesiones en el cuerpo). Algunas de las señales de que un niño o un adolescente está sufriendo violencia son:
- Disminución del rendimiento escolar.
- Rechazo o miedo de quedar solo con un adulto.
- Depresión, ansiedad, alejamiento, apatía o indiferencia.
- Problemas con el alcohol o las drogas.
- A nivel físico, irritaciones en la boca, vagina o ano.
- Cambios bruscos, aparentemente inexplicables, de comportamiento.
- Cambios de humor súbitos, comportamientos regresivos y/o agresivos, somnolencia excessiva, pérdida o exceso de apetito.
- Baja autoestima, inseguridad, comportamientos sexuales inadecuados para la edad, búsqueda de aislamiento.
- Fugas de la casa.
- Miedo de adultos extraños, de lo oscuro, de quedar solo y ser dejado cerca del potencial agresor.
- Miedo excesivo a los padres.
- Falta constantemente a la escuela debido al período de convalecencia y proceso de cicatrización de los malos tratos sufridos.
Es importante resaltar que estas pueden ser señales de otros problemas y no solo de violência y malos tratos. Sin embargo, independientemente del problema, es muy importante que al niño o el adolescente que presente estas señales se lo lleve a un profesional (sicólogo o médico, por ejemplo) que pueda evaluar correctamente lo que está sucediendo con ��l. Si las señales fueran frutos de violencia doméstica, difícilmente los padres aceptarán la propuesta de llevar al niño o adolescente a un profesional. Por eso es muy importante que las escuelas tengan profesionales habilitados para trabajar con esos niños en el propio ambiente escolar, y evaluar lo que está sucedendo con ellos, para que alguna intervención se realice a su favor.
Para conocer otras señales de que un niño o un adolescente está sufriendo violencia, lea el artículo “Señales que identifican víctimas de violencia” en la revista de la campaña Rompiendo el silencio de este año. Para leer haga clic aquí.