Todos los días estamos bombardeados con noticias de crímenes de violencia contra niños, mujeres, hombres, ancianos... gente de todos los colores, edades y ambos sexos. Algunos de estos crímenes terminan con sus autores condenados a algunos años de prisión. Otros se encierran en la impunidad. Pero hay otros que son, en general, resueltos por ciudadanos comunes que optan por hacer justica con sus propias manos.
Violencia generando violencia. Y a veces, no violencia gratuita, justicia engañosa (y criminal). Así, tal vez podemos referirnos al caso reciente que ocurrió en Brasil, en el que una mujer fue muerta por la población que resolvió hacer justica con sus propias manos contra una supuesta secuestradora de niños, denunciada por un “rumor” en la página de Facebook. Los justicieros se transformaron en criminales y la supuesta secuestradora resultó la víctima. Un rumor costó la vida de Fabiane, madre de familia, y reveló cuán dañino puede ser el uso inadecuado de Internet.
Por lo menos dos cosas debemos aprender de este caso triste:
1. Es necesario examinar la veracidad de lo que leemos en Internet. No toda información disponible en Internet debe recibir credibilidad, ya que Internet es un espacio de libre publicación de contenido, donde pueden diseminarse informaciones falsas muy fácilmente.
2. Hacer justicia con mano propia es una forma ineficiente de resolver problemas, especialmente los de violencia. Además de ineficiente es también contradictorio, ya que no tiene sentido combatir la violencia valiéndose de ella.
La forma más eficaz de luchar con sospechosos de crímenes es hacer la denunciaa quien posee el deber de investigar y resolver los casos. Necesitamos romper el silencio y usar los medios correctos de combatir la violencia.