Hace algunos días hablamos aquí sobre la relación entre el estrés y el consumo de pornografía. Sin embargo, no es solo la falta de habilidad para administrar los generadores de estrés que ha sido demostrado como una puerta de entrada al consumo de contenidos pornográficos. Otro aspecto cuya relación con el consumo de pornografía es objeto de estudio es la soledad.
Un estudio realizado con la participación de 400 usuarios de Internet verificó que hay una relación significativa entre el uso de pornografía en Internet. El alivio de la soledad es apuntado como una de las razones por las cuales las personas desarrollan dependencia de Internet, según se puede verificar en la monografía publicada por Caroline Pirocca, por la Universidad Federal de Río Grande do Sul.
La depresión se presenta en este y otros estudios acompañando a la soledad. Las personas depresivas o solitarias acostumbran a tener poco acceso a reforzadores (o recompensas) sociales. No gozan de los beneficios de las relaciones sociales como los demás. Muchas veces se sienten inadecuados, no se sienten bien en algunos contextos sociales, se aíslan, pero al igual que los demás seres humanos poseen necesidades relacionales, así que de esa manera Internet se convierte en una especie de refugio. Allí los depresivos y solitarios pueden sentirse interesantes, pueden tener experiencias sexuales, tener contacto con personas, tratar con una realidad muy diferente a aquella con la que sienten dificultad en el mundo fuera de línea.
Pero no podemos decir que la depresión y la soledad se relacionan con el consumo de pornografía como causa y no como efecto. Las personas que se hacen adictas a Internet, y a la pornografía en línea, pueden adoptar el aislamiento social y con el tiempo caer en la depresión. Así como la soledad y la depresión pueden anteceder a la dependencia al consumo de pornografía o de actividades sexuales en Internet, también pueden desarrollarse como consecuencia de estas prácticas.
Si usted percibe que su hijo o hija se ha aislado y pasa más tiempo en Internet de lo que usted considera apropiado, converse con un profesional. Si usted ha pasado mucho tiempo en relaciones virtuales, incluso con contenidos y prácticas sexuales, busque ayuda. La depresión y la soledad son problemas serios y deben recibir la debida atención.