La terapia como un puente para la cura

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La terapia como un puente para la cura

Reconstruyendo la vida de las víctimas del abuso infantil.

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El abuso infantil es un problema devastador que deja profundas marcas en la vida de sus víctimas. Las cicatrices emocionales y psicológicas derivadas de estos traumas pueden afectar significativamente el desarrollo y el bienestar de niños y adolescentes. Para disminuir estos impactos y promover la recuperación, diversos abordajes psicológicos han demostrado ser eficaces en el tratamiento de quienes han sido afectados.

El psicólogo desempeña un papel fundamental al acompañar al niño y ayudarlo a comprender que no es culpable de lo que sucedió. La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es uno de los tratamientos más utilizados en casos de abuso. La psicóloga Natália Richter destaca que, como método terapéutico, la TCC ofrece un ambiente donde el niño puede sentirse acogido y protegido. "Cuando un niño sufre abuso, tiene la seguridad que merece. En este contexto, lo más importante es establecer una alianza terapéutica para que el niño sienta confianza y se sienta seguro durante las sesiones", explica Natália.

En el proceso terapéutico, los niños que han sido víctimas de abuso en la infancia pueden encontrar un entorno seguro donde puedan expresar sus emociones y enfrentar sus miedos, lo que hará posible la reconstrucción de una visión saludable de sí mismos y del mundo que los rodea, incluso después de un trauma.

Tengo una víctima en casa. ¿Qué tratamiento debo seguir?

Desafortunadamente, las investigaciones demuestran que el abuso infantil no es un evento raro. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que cada minuto, cuatro niños son víctimas de algún tipo de abuso en América Latina. Esta realidad se vuelve aun más preocupante cuando se compara con el informe "Child Maltreatment 2022", publicado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (The Department of Health and Human Services) en 2024, que indica que cerca del 76% de los abusadores tienen parentesco con la víctima.

Considerando este panorama, es importante concientizar a la población sobre cómo lidiar con los traumas y qué tratamientos se pueden realizar. Al conocer los diferentes tipos de enfoques psicológicos y cómo funciona el proceso terapéutico, los cuidadores de un niño que ha sido víctima pueden sentirse más seguros al dar el próximo paso hacia la recuperación y superación de los daños causados.

Al iniciar el acompañamiento terapéutico, las estrategias pueden ajustarse a las necesidades individuales de cada niño. Natália Richter aclara que los psicólogos nunca comienzan el tratamiento confrontando a la víctima sobre lo ocurrido. "Para cada niño, existe un proceso diferente; algunos se abren inmediatamente, otros no". Ella también destaca la importancia de permitir que los pacientes se expresen a su propio ritmo. "No siempre el niño va a terapia justo después del incidente. A veces, lleva años hasta que los padres perciben los síntomas o hasta que el niño revela lo que sucedió. Muchas veces, comienza la terapia y, solo después de varias sesiones, revela un trauma relacionado con el abuso sexual ocurrido en el pasado", detalla.

Cuando un niño es enviado a una consulta psicológica, el desafío del profesional es trabajar, no solo con el trauma que ha enfrentado, sino también con todas las áreas que involucran a la víctima y al trauma en su vida. La terapia sistémica es un enfoque que observa al individuo dentro de los sistemas familiares y sociales en los que vive. En lugar de tratar solo al paciente, esta terapia considera el papel de las relaciones interpersonales y los patrones de comportamiento que surgen dentro del grupo familiar. Para las víctimas de abuso infantil, este método permite que todos los miembros de la familia comprendan el impacto del abuso y trabajen juntos para crear un ambiente de apoyo y cura.

Terapia familiar

Cuando un niño es víctima, también es un momento de atención y cuidado para la familia que lo rodea. La terapeuta sistémica de familia, Isabel Passos, explica que la terapia es una aliada no solo para el niño, sino para todo el grupo familiar, que necesita procesar lo que ha sucedido. Así, todos pueden cooperar con el proceso del niño que ha sido víctima. "Con la terapia, la familia entiende cómo contener, escuchar a la víctima y ayudarla a nombrar los sentimientos y lo que pueden hacer a partir de ahí", afirmó la terapeuta.

En la terapia familiar, el profesional tiene la tarea de contener y escuchar a la familia. Los padres también quedan afectados por lo sucedido, por lo que el terapeuta también atiende sus sentimientos y los ayuda a enfrentar este proceso.

Para garantizar resultados eficaces, es esencial que la terapia esté siempre en sintonía con el círculo familiar de la víctima. Aunque la terapia se realice semanalmente, ¿quién pasa más tiempo con el niño día a día? ¿Quién cuida de él a lo largo de toda la semana? Isabel Passos describe cómo el apoyo, la protección y el cuidado de los padres y responsables es importante: "La función principal de la familia es acompañar, cuidar y proteger, dar veracidad a su relato y garantizar que no pasará por ese abuso nuevamente", explica.

La terapeuta también alerta: "Es preciso ver si ese niño está siendo víctima de abuso dentro del grupo familiar, pues si el abuso es cometido por alguien que está dentro de casa, es muy importante que inmediatamente ese abusador sea alejado del contacto con ese niño". Por esta razón, quienes están alrededor deben estar debidamente preparados para enfrentar esta situación. En un momento tan delicado, el niño necesita toda la ayuda y el apoyo disponible.

El terapeuta infantil debe estar en contacto y trabajar con la familia. La psicóloga Natália Richter destaca que las sesiones pueden realizarse en conjunto o solo con los padres. Ella también alerta que no se puede hacer una generalización: "No se puede usar solo un protocolo, sino que es necesario entender el contexto en el que vive esa familia, cuál es la red de protección que tiene ese niño, y trabajar con los padres, porque necesitará mucha más contención y atención que antes", amplía.

Acompañamiento escolar

Durante el proceso de recuperación, el acompañamiento escolar desempeña un papel crucial. El trauma vivido puede tener impactos profundos en el desempeño académico, el comportamiento y las interacciones sociales en la escuela. Por eso, es fundamental que la escuela esté alineada con la familia y los profesionales de salud que acompañan el tratamiento del niño.

Natália aclara el papel que tienen los educadores en la prevención e identificación precoz del abuso: "Los profesores, coordinadores y directores de la escuela tienen un papel importante en identificar señales de que algo está mal y ofrecer apoyo adecuado al niño. Esto no significa exponer al niño o divulgar detalles de lo que sucedió, sino estar atentos a su comportamiento y bienestar emocional". Al mantener una comunicación abierta y colaborativa con la familia y los profesionales de salud, la escuela también puede desempeñar un papel vital en el proceso de recuperación del niño.

¡HAY ESPERANZA!

La terapia ofrece un camino vital para la recuperación, ayudando a los niños a procesar sus experiencias traumáticas y reconstruir sus vidas. En el espacio terapéutico se trabaja en la reconstrucción de la confianza de la víctima, para que se sienta segura nuevamente. El principal signo de progreso es percibir que la confianza del niño en relación con los adultos que lo cuidan se está recuperando. Isabel explica que los resultados del proceso existen y son reales. "Cuando el vínculo de amor, protección y contención se fortalece, el terapeuta percibe que la terapia ha tenido resultado y éxito", complementa. Por eso, invertir en programas de prevención y capacitar a los profesionales de salud para identificar y tratar los efectos del abuso es esencial para construir una sociedad más segura y acogedora.

Al garantizar que las víctimas reciban el apoyo necesario,
se les da la oportunidad de rescatar su infancia
y reconstruir sus vidas con dignidad y esperanza.

¡ESTÉ ALERTA!

¡Padres, educadores y líderes de la iglesia tienen una responsabilidad esencial!

El director del Ministerio de la Familia en la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica, el pastor Alacy Barbosa, alerta sobre la necesidad de prestar atención a los adultos que cuidan de los niños. "Muchos abusadores se disfrazan. Pueden estar en todos los lugares, incluida la iglesia. Son personas simpáticas, bondadosas y con una apariencia de cristianismo saludable, pero a menudo se convierten en agresores en casa", explica.

El pastor Alacy motiva iniciativas de apoyo en iglesias locales: "La iglesia es una comunidad, no solo de fe, sino también de apoyo y contención para todas las personas. Es esencial que la iglesia también sea un lugar donde todos puedan ser escuchados, donde sus historias sean reconocidas, y si es necesario, que también ayude a buscar la indicación de profesionales para el tratamiento terapéutico adecuado", finaliza.

Fuentes:
U.S. Department of Health & Human Services, Administration for Children and Families, Administration on Children, Youth and Families, Children’s Bureau. (2024). Child Maltreatment 2022. Disponible en: https://www.acf.hhs.gov/cb/data-research/child-maltreatment. Ingreso: 26 junio 2024.

ONU NEWS. "La ONU conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer". Notícias ONU, 25 nov. 2008. Disponible n: https://news.un.org/es/story/2008/11/1149821. Ingreso: 26 junio 2024.

SANDOVAL, Christina. The state of child abuse in 2022. Mandated Reporter, 18 out. 2022. Disponible en: https://mandatedreporter.com/blog/the-state-of-child-abuse-in-2022/. Ingreso: 26 junio 2024.